Este
plato que vengo a presentar hoy es un tanto peculiar, puesto que se trata de un
plato familiar y lleva generaciones haciéndose. El huevo a la clara montada es
un plato práctico y fácil de hacer. Yo lo recomiendo para aquellas situaciones
en las que uno se encuentra apurado y no sabe qué hacer, pero quiere sorprender.
Algo muy positivo que se podría destacar de este plato es que por pequeño que
parezca es muy contundente. Algo que deberéis tener en cuenta a la hora de
organizar una cena o comida, por lo que no recomiendo que añadáis más platos
sobre la mesa, con éste y un postre, ya es más que suficiente.
Ahora
explicaré los alimentos a utilizar para la elaboración del huevo a la clara
montada (de izquierda a derecha): pan de nube, taquitos de jamón serrano y
huevo.
(1) Con un cuchillo de sierra cortaremos la
superficie del pan, de manera que quede como si fuera una tapa y a continuación
le haremos un pequeño hueco en el centro, donde posteriormente colocaremos la yema
de huevo.
(2) Partimos el huevo y (si no tenéis el aparto para separar el
huevo de la clara, no pasa nada, a la antigua usanza) en una de las mitades
dejaremos la yema, mientras que la clara la depositaremos en un vaso.
(3) Colocamos con cuidado la yema sobre el hueco que hemos
hecho con anterioridad sobre el pan.
(4) Batimos la clara hasta que ésta quede blanca como la nieve
y espesa como la espuma.
(5) A continuación iremos colocando los taquitos de jamón sobre
el pan, de manera que la yema quede rodeada de éstos.
(6) Por consiguiente vamos a ir colocando con la ayuda de una
paleta la espuma sobre el pan, hasta cubrir en su totalidad el huevo. Es
importante que sobre la yema se aplique una capa fina de clara montada, ya que
lo que nos interesa es que el huevo se cocine.
(7) Ponemos a calentar una sartén con una cantidad generosa de
aceite (el aceite debe estar muy caliente).
(8) Una vez tenemos el aceite a punto, con la ayuda
de una cuchara y una pala para fritos llevaremos a cabo el siguiente paso: se
cogerá el pan con la receta preparada y se colocará sobre la pala de fritos. A
continuación, ésta se colocara sobre la sartén (no puede tocar el fondo, hay
que evitar que se queme por debajo), y con ayuda de la cuchara rociaremos de
forma continuada el aceite sobre la clara montada hasta que coja un color
dorado. Una vez consiga ese color, lo pondremos sobre un plato, el cual tendrá encima
papel cocina (necesario para que absorba el aceite acumulado).
(9) ¡Ya está listo para degustar!
PD: Si tenéis alguna duda o alguna
sugerencia, por favor dejad un comentario o enviadme un correo para que pueda
ponerme en contacto con vosotros y ayudaros.